En el de hoy Ver Me encontré con las siguientes declaraciones del editor en jefe Hannes Britschgi, que absolutamente todos los supuestos representantes del pueblo deberían escribir detrás de sus oídos si realmente quieren politizar para el pueblo, porque esto es exactamente lo que serían en la Bundeshaus de Berna. Difícilmente se puede resumir mejor que Britschgi:
- Cuando los políticos ya no disculpen, estropeen o corrijan el resultado de la votación del pasado domingo, sino que lo acepten democráticamente,
- Si los perdedores dejan de llamar a los ganadores de la iniciativa del minarete miserables racistas, tontos xenófobos, asiduos obstinados,
- Cuando los intelectuales hacen todo lo posible antes de la próxima votación, hablan y explican sus puntos de vista en lugar de lamentarse después de que se ha librado una batalla,
- Si los musulmanes respetan nuestro sistema legal sin ningún tipo de peros o peros y, al menos en este país, se distancian del matrimonio forzado, el asesinato por honor y la ablación genital,
- Cuando los imanes dejan de promover la ley Sharia, desprecian la democracia occidental y en cambio predican nuestros valores,
- Cuando los hombres musulmanes ya no fuercen a sus esposas con velo, velo o burka en Suiza, sino que aceptan su propio estilo y gusto,
- Si los padres musulmanes permiten que sus hijos participen en clases de natación y campamentos de clases, respetando así el plan de estudios y la vida escolar diaria,
- Cuando los secondos renuncian a su comportamiento machista, ya sea en la escuela suiza, en las calles suizas o en las discotecas suizas, y viven los estándares centroeuropeos de decencia y respeto mutuo,
- Si el gobierno y las autoridades toman en serio las preocupaciones y los temores de la gente sobre el aumento de la inmigración y abordan cualquier problema no resuelto,
- Entonces no hay necesidad de prohibiciones, no hay rechazo, no hay odio. Entonces no necesitamos separarnos o aislarnos unos a otros a través de nuestras creencias. Entonces, cada religión recibe el respeto, el reconocimiento y la estima que se merece. Minaretes de terciopelo. En Suiza también.
Eigentlich bedenklich, dass wir hunderte (!) von Politikern und sogenannte «Intellektuelle» haben, aber keiner dieser selbsternannten Schlaumeier ist im Stande das Abstimmungsresultat von letzem Sonntag so treffend zu reflektieren, geschweige den die oben genannten Punkte umzusetzen. Man entschuldigt sich lieber, aber nicht etwa vor dem eigenen Volk, sondern nach aussen für das Volk. Gehts noch? Ich persönlich bin auch nicht wirklich glücklich mit dem Resultat vom letzten Sonntag, aber ich kann den Entscheid respektieren. Haben wir den an den wichtigen Stellen nur noch Lobbyisten, korruptes Gesinde und rückgratlose Arschkriecher? Ich sage es gerne immer wieder:
Se acabó el tiempo de los malabaristas, pero ¿dónde están los capaces?
Da hat Hannes Britschgi wohl den Kern der ZEit getroffen, vor allem der erst genannte Punkt, sollten von unseren heutigen Politikern mal verinnerlicht werden.